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Control parental
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Es importante incentivar el desarrollo del lenguaje en edades tempranas. De esta forma podemos evitar que los niños sufran problemas lingüísticos a futuro. Según estudios, el 3% de estudiantes pueden presentar problemas de lenguaje y un 6% tiene trastornos de habla. Estimular las diferentes etapas del lenguaje tanto articulatorio, expresivo y comprensivo, ayudará a prevenir y detectar posibles afectaciones.
Las dos etapas del lenguaje son: prelingüística y lingüística. La primera parte, también conocida como preverbal, se desarrolla durante el primer año. Los niños empiezan a comunicarse con el llanto, el balbuceo y monosílabos.
En la etapa verbal, la capacidad de recepción es mayor a la capacidad de habla. A partir de los 6 y 7 años podemos notar sus capacidades de comunicación. Gracias a aspectos sintácticos, semánticos o pragmáticos, que irán adquiriendo progresivamente durante la etapa escolar, podemos tener una idea de como evoluciona su conocimiento lingüístico.
- No debes tocarte los ojos, nariz y boca.
- No debes manipular tu mascarilla.
- Al toser y estornudar no te retires la mascarilla, cúbrete la nariz y la boca con la parte interna del codo o con un pañuelo desechable.
- Mantener una distancia física segura con los demás.
- Evita dar besos y abrazos, recuerda que algunas personas que no tienen síntomas pueden propagar el virus.
- No compartas alimentos y materiales.
Las dificultades con el lenguaje y la comunicación tienen impacto inmediato en la autoestima, la identidad, el desarrollo psicoemocional, el desarrollo social y el desempeño de los niños en las aulas. El lenguaje aumenta la capacidad de aprendizaje y es clave para interactuar con los demás. Trabajando sobre estos aspectos podemos reducir riesgos de tensión escolar y problemas comportamentales.
Dentro de la estructura educativa, es clave que el docente esté capacitado para potenciar estas habilidades en los niños y detectar posibles problemas en torno al lenguaje. Los docentes deben conocer qué procesos psicolingüísticos están implicados y entender las bases neuropsicológicas del lenguaje. En el Liceo Ortega y Gasset logramos detectar a tiempo dichas dificultades y trabajamos con una adecuada estimulación lingüística para que nuestros estudiantes no sufran de un aprendizaje forzado.
